En 1916, Vladimir Ilich Ulianov, Lenin, edito un libro donde trataba la relación del Capital y el Imperialismo y, lo titulo: El imperialismo, fase superior del capitalismo.
No es propósito de este trabajo analizar el libro de Lenin ni, aun menos, realizar un análisis crítico. Es relevante mencionarlo porque en este trabajo, observa la evolución del Capital, en ese momento, detectando su tendencia hacia la concentración económica-financiera y sus consecuencias político-sociales predecible: el Imperialismo.
Es posible observar que, en el desarrollo del análisis de Lenin, este atribuye un desarrollo y evolución del Capital (el Capitalismo) en una dirección ya insinuada y de carácter irreversible. Algo fatal en sentido griego: una decisión de los Dioses.
No siendo esta una observación y análisis crítico ideológico, por nuestra parte, dejamos a Lenin exponer:
El imperialismo, fase superior del capitalismo
En él, Lenin explica que la época del capitalismo de librecambio toca su fin. Acompañado por múltiples datos y estadísticas de la época, describe cómo en los países más adelantados (fundamentalmente Gran Bretaña, Alemania y los Estados Unidos de entonces), la concentración de capital ha dado lugar a grandes monopolios que acaparan sectores enteros de la producción. Esta parte es continuación de las tesis de Marx en cuanto a las leyes de concentración de capital.
Los capitalistas han dejado de ser competidores anónimos dentro de un mercado desconocido y la libre competencia se ha trasformado en su contrario. La competencia en la nueva época del capitalismo, se da ahora en unas condiciones nuevas en las que solo los grandes monopolios pueden competir entre sí. El estado ha dejado de ser propiedad de toda la burguesía para pasar a estar controlado solo por los sectores monopolistas de la burguesía. El estado sirve ahora solo a los capitalistas dueños de grandes monopolios. De tal manera Lenin desarrolla el punto de vista de Marx más allá de lo que aquel pudiera haber hecho, dado que el fenómeno de los monopolios se da a partir de muy a finales del siglo XIX.
Lenin expresa en esta obra los rasgos fundamentales de la época del imperialismo, según su visión marxista.
El imperialismo se caracteriza por los siguientes rasgos fundamentales:
El elevado desarrollo de la producción capitalista se ha concentrado en unos pocos grandes monopolios y este fenómeno puede observarse (entonces y hoy en día) en todos los países.
El nuevo papel de los bancos y la fusión de estos con el capital industrial llevan a la formación del capital financiero y al poder de la oligarquía financiera
La exportación de capital adquiere una gran importancia respecto a la exportación de mercancías, característica de la fase precedente. Esto facilita la penetración y el expolio de las grandes potencias contra los países menos desarrollados.
La formación de asociaciones de capitalistas internacionales que se reparten el mundo, y la terminación del reparto territorial del mundo entre las potencias capitalistas más importantes. En la época del librecambio, en el siglo XIX, las burguesías de los distintos países buscaban nuevos países para obtener más materias primas y nuevos mercados donde colocar sus mercancías. Dicho proceso ha terminado. El mundo se ha repartido territorialmente de forma completa y concreta. Esto obliga a cualquier potencia a desplazar o someter a otros países (o a otras potencias) si pretende obtener más materias primas o ampliar su mercado.
Con todo ello se formará lo que se conoce como una cadena imperialista.
Respecto a lo dicho, mi conclusión es que Lenin no estaba equivocado en cuanto a la dirección que tomaría la historia con los datos disponibles en 1916. Tiempos en que, las comunicaciones, tomadas estas como la facilidad de comunicarse y por lo tanto comerciar en amplios intercambios, no estaban disponibles, los momentos históricos aun no llegaban. La evolución tecnológica dio origen e impulso a lo que hoy llamamos Globalización, un desnaturalizador de la antigua visión del capitalismo: Como el calor excesivo sobre una proteína. La historia desmintiendo una tesis, verosímil para su tiempo.
¿Por qué extenderme en el escrito de Lenin?, no es su contenido ni, si su tesis fue acertada. Se trata de si es posible proyectar un paso sucesorio, una consecuencia lógica de una situación, si es posible deducir la situación futura a partir de presentes y pretéritos. Si es válida la metodología. Esta metodología debe incluir para este trabajo que, los conflictos de cualquier naturaleza, crecen y complejizan lo suficiente, adquieren propósito y energía propia y, en ocasiones, se independencia del responsable, incluido su creador. Esto aún la presunción de que Herman Khan, uno de mis referentes juveniles, discrepara.
Juzgar por los resultados las acciones de los hombres, sin atender a si hicieron lo mejor disponible con más la intencionalidad, solo explica la estupidez del juzgante.
Tesis primera: El Mileismo, fase superior del Macrismo
Se puede caracterizar el pensamiento de Mauricio Macri y la praxis política, que signo su gestión que,” se lo que no me gusta aunque no sé cómo lograr lo que si me gusta”. Por tanto no pudo hilvanar un conjunto de ideas-fuerza con capacidad de establecer los objetivos y las estrategias para alcanzarlos. Además, su ejército se componía de una colección de exilados del peronismo, en busca de alternativas de mejorar su propia elegibilidad, la mayoría con origen en espacios (reñideros, más que ateneos, es más ajustado) donde se entonaba “combatiendo el capital”. El mismo Macri provenía de esos espacios proto ideológicos de competencia por los cargos, entronización del estado y negocios pactados entre sectas sindicales, políticas y empresarias.
Se dice que Macri, el PRO y Cambiemos no pudieron hacer lo que querían. No es verdad. Nadie sin claridad ideológica-política, sin objetivos claros y medibles y sin pensamiento estratégico, sin los funcionarios imbuidos de los objetivos, estrategias y finalidad de lo que hay que hacer, NADIE podría. Esa es una etapa en que la imprescindible homogeneidad de finalidad, aquello que pone en línea lo demás, fue reemplazada por fervor antikirchnerista y oportunidad de cargos. Todo ello sumado, da en términos de oportunidad de éxito que, solo la Fortuna de Cesar podría sacar el proyecto adelante. El odio a lo anterior no reemplaza la carencia ideológica ni, los errores estratégicos o, su ausencia, no lo recompone un millón de éxitos tácticos. Tampoco suple la Voluntad de Poder Nietzscheano ni la insuficiente determinación.
Se dice con propiedad que, la ideología es el motor de las revoluciones. Mauricio Macri dice que no pudo porque no lo dejaron: Clarísima confesión de incompetencia.
Javier Milei tiene en el haber, la claridad ideológica, la Voluntad de Poder, la determinación, la carencia de compromisos políticos preexistente, la motosierra hacia afuera para el desbrozamiento grueso y el bisturí para la microcirugía interna en cuanto a extirpar células muertas o neoplásicas. También tiene un plan y un programa donde privilegia, en el más moderno sentido de la guerra revolucionaria, la oportunidad sobre los plazos o fechas.
No será necesario un gran esfuerzo para entender porque, el Mileismo es la fase superior del Macrismo.
El siguiente es un bonus track para entender la inoportunidad del planteo de Mauricio Macri para ayudar con sus equipos al gobierno y mediante ello, acelerar la gestión. Voy a confiar esta tarea a Ambrose Bierce quien, en su Diccionario del Diablo acerca de la Lógica y del Silogismo dixit. Aristóteles non dixit.
La lógica según el diccionario del Diablo
Lógica, s: Arte de pensar y razonar en estricta concordancia con las limitaciones e incapacidades de la incomprensión humana. La base de la lógica es el silogismo, que consta de una premisa mayor, una menor y una conclusión, por ejemplo:
“Mayor”: Sesenta hombres pueden realizar un trabajo sesenta veces más rápido que un solo hombre.
“Menor”: Un hombre puede cavar un pozo para un poste en sesenta segundos.
“Conclusión”: Sesenta hombres puede cavar un pozo para un poste en un segundo.
El Madurismo, fase superior del Kirchnerismo.
Durante las ultimas décadas, se establecieron en el mundo, regímenes de gobiernos fundados en tres componentes:
El Populismo, tomando como alter ego, el trabajo “La razón populista” del filosofo argentino Ernesto Laclau.
En lo metodológico de la praxis política, el Desicionismo de Karl Schmitt.
La personalidad autoritaria y rasgos psicopáticos como característica de base de la persona o grupo de ellas que se involucran en un proyecto como el Populismo.
Nos ocupa el análisis de los casos latinoamericanos, aunque, Vladimir Putin, Donald Trump o Jair Bolsonaro, entre muchos otros que, aun sin necesariamente haber leído a Laclau o Schmitt, son Populistas por dar curso a la demanda de su personalidad.
Segun Laclau:
No queda duda de que la esencia de la política, en parte, es la retórica. En la democracia liberal, la retórica es fundamental. La operación populista usa de la retórica, necesariamente, y la requiere para llevar la operación de construcción del pueblo. La diferencia está, por tanto, en la lógica con la que se interpreta el liberalismo. En el populismo la lógica es la equivalencia: la construcción de un cuerpo homogéneo, no basada en su diferencia, sino en la identificación grupal. El neoliberalismo, al final de cuentas fue también un intento de equivalencias, un intento de construir un todo social sin fisuras. El populismo desea convertir la plebs ,la masa pobre, en el populus, el pueblo general. El populismo siempre comienza con la operación política de hacer de la plebs ,una parte del populus, el único populus legítimo. Esto, requiere de una agresiva operación política, la construcción de una grieta social diferenciadora, clara y que obrara como la estrella de David impuesta en Alemania a la población judia.Ahora la Plabs tiene a quien odiar como fuente de todos sus males y, simultáneamente, identificar a sus liberadores, objeto ahora de su sublimacion. Por estas razones, el populismo requiere de la división dicotómica de la sociedad en dos campos: uno que se presenta a sí mismo como parte que se reclama ser el todo, para buscar con ello una identidad global a partir de la equivalencia de una pluralidad de demandas sociales y, la plebs se erige como el todo legítimo. Vale la pena aquí recordar la clásica operación de construcción del proletariado en el discurso marxista de finales del siglo XIX y parte del siglo XX: el proletariado se asumía como el único constructor válido y, por tanto, con el único con derecho a crear una dictadura sobre todos los demás.
Veamos al segundo componente de la triada del Populismo: El Decisionismo.
La crítica de Carl Schmitt al liberalismo podría resumirse en un único concepto: decisionismo. En su visión, decisionismo significaba lo opuesto al pensamiento normativista y a una concepción de la política basada en el ideal de la discusión racional. En su visión anti norma, están incluidas las constituciones nacionales. Como doctrina legal, el decisionismo sostiene que en circunstancias críticas la realización del derecho depende de una decisión política vacía de contenido normativo. Desde una perspectiva ético-política, sin embargo, la esencia del decisionismo no implica la ausencia de valores y normas en la vida política sino la convicción de que éstos no pueden ser seleccionados por medio de un proceso de deliberación racional entre visiones alternativas del mundo. Un punto en las antípodas de sistema democrático de gobierno. Valores y normas deben ser interpretados y decididos por quien detenta el poder.
La noción de decisionismo en Schmitt consiste en hacer de la autoridad soberana, el gobierno elegido en nombre del pueblo, la fuente absoluta de toda decisión moral y legal en la vida política. Esta doctrina tiene un rasgo específicamente autoritario que no se halla implicado forzosamente en otras formas de voluntarismo ético.
Este párrafo superior, ilustra y explica las actitudes de Cristina Fernandez cuando dice que “ a ella la eligió el voto popular ,por lo tanto puede eludir el cumplimiento de las leyes, incluso la Constitución Nacional. O ,decir a los jueces que la juzgaran que a ella “la juzga la historia.”
Antes de la conclusión, podemos decir que, los diferentes logros de Evo Morales, Rafael Correo, Hugo Chaves, Nicolas Maduro o el matrimonio Kirchner en el campo populista, con las mismas lecturas proveedoras de combustible político-ideológico, se debe entre otros condimentos a, por una parte, el autoritarismo subyacente en la personalidad de quien se trate con mas el grado de elasticidad ética y moral. También podemos decir la conveniencia en esta competencia de la ausencia de una formación ética, en el contexto del desarrollo primero en la formación primigenia.
En estos términos y sin que que un margen de error sea sustantivo e invalidable podemos decir que en términos comparativos, quien llego mas lejos en las aspiraciones compartidos que, el Mileismo es la fase superior del Macrismo , y que el Madurismo es al Kirchnerismo su fase superior. Aun en el mundo de las miserabilidades , existen los méritos. El kirchnerismo no logro superar a Maduro por una insuficiente miserabilidad en la acción y cierta timidez en vulnerar las normas que nos rigen. Lo desearon pero, Maduro resulto mas alto.
pedro enrique borgoglio boetti
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