Hace muy poco tiempo un potente ordenador, calculo que desde la aparición del Homo sapiens sapiens sobre la Tierra, han vivido unos 108.000.000.000, ciento ocho mil millones, de seres humanos en las sucesivas generaciones desde hace alrededor de 250.000 años hasta la fecha.
Es decir 108.000.000.000 en 2.500 siglos. Pero, si tomamos como referencia al primer homínido, Sahelanthropus tchadensis, estaremos hablando de 7.000.000, 7 millones de años; 70.000 siglos. Ignoro que porción de mi cerebro se activa ante el esfuerzo monumental que significa tratar de realizar una abstracción sobre la magnitud del trabajo de la naturaleza para evolucionar desde S. tchadensis hasta Marco Aurelio, Gandhi, Aristóteles, Hitler o Brancatelli, Einstein, la Madre Teresa o el Petiso Orejudo. Todo ello a partir de que, solo hay una diferencia de 1 por ciento entre la genética de un Chimpancé o el Bonobo con usted o yo.
Todo este magnífico, complejo e inimaginable viaje a través de los tiempos y que nosotros medimos en siglos, la reconocemos desde Charles Darwin y otros como, la Evolución de las Especies y el Origen del Hombre. A los efectos de dotar a este relato de una mínima y sostenible estructura dramática, diremos que Los Dioses, cualesquiera que fueran ellos, determinaron que, dicha evolución se desarrollaría enmarcado en el concepto de Selección Natural del Mas Apto, para que esa genética prevalente fuera la estirpe con representación en la próxima generación. Esa llamada hoy Selección Natural tiene dos mecanismos: La lucha explícita o implícita entre los machos de la especie y el Cortejo. El impulso innato de estar representado en la próxima generación, la lucha por ejercer ese impulso y por último, el Cortejo para ser aceptado por la hembra, es lo que trajo hasta hoy, durante un recorrido de 70.000 siglos, a los seres humanos. Un ilustrativo ejemplo del Cortejo es posible ver en YouTube, maravillosos trabajos de observación, por ejemplo con los Pergoleros. Entre ellos el Amblyornis inomata. El Cortejo de cada especie, cada uno con sus particularidades, es la forma de ejecutar el impulso natural de la persistencia histórica de la especie y de la estirpe.
Hace un tiempo, en el marco de un Curso de Neurociencias en la Universidad Di Tella, participe de unas experiencias de laboratorio orientados a detectar signos cerebrales, zonas que se activaban, para determinados impulsos sobre pacientes en Coma.
A la luz de lo antes escrito, hoy, no puedo evitar preguntarme que parte del cerebro se activa en una persona que, espontáneamente y con una maravillosa ignorancia y soberbia, combinación letal si las hay, pregonan el aborto indiscriminado y la eliminación del Cortejo contrariando nada menos que el mecanismo y objeto de la Evolución.
Con el primero, hay una decisión y Praxis a que determinadas personas estarían renunciando a que, su Estirpe, que evoluciono hasta el, durante 7.000.000 de años, se termine con él .Es decir, su Estirpe, su línea de vida desde el primer Homínido, se desarrolló por lo menos durante 70.000 siglos y ahora, él se bajara del tren de la vida en la tierra por que los pañales descartables subieron de precio.
En cuanto al Cortejo, esa exitosa experiencia de por lo menos 70.000 siglos, un grupo de iluminados proponen eliminarla porque resulta incómodo su práctica para un grupo denominado Feminismo.
Todo lo antes dicho, es a modo de exordio que intenta demostrar las tragedias que causan la ignorancia, la soberbia y el uso indebido y amoral del poder. Una de las causas principales es la confusión y/o error premeditado en el sentido que, opinión y conocimiento son sinónimos. Esto con lleva que opiniones insostenibles de personas con poder, se transformen en actos políticos y estos en verdaderas tragedias. Un ejemplo seria que el Covid 19 se cura con una bebida caliente o que la inflación es una tontería que la sufre aquel que quiere. Dejare hablar a Platón, quien en el Libro séptimo de Republica lo resolvió para siempre.
“La opinión es al conocimiento, lo que la sombra al objeto que representa.”
La opinión no es conocimiento. Es el recurso del ignorante para simularlo.
El camino al Voto de la razón taxonómica, comenzó hace millones de años. En el andarivel de la evolución, por medio de la Selección Natural del más apto según la especie y, en los mamíferos como el hombre, con el Cortejo. La competencia por estar representado en la próxima generación, es el motor de la evolución. No se me ocurre otro final para esta primera parte sino:
¿Qué queremos decir cuando decimos, aquello dicho como opinión, hecho como praxis y fundado en conocimientos que no tenemos?
Segunda y última parte.
Los Suidos, Sus scrofa y Sus scrofa domesticus.
En 1758, Cárolus Linnaus dio identificación en el Sistema de Nomenclatura Binominal a la Familia de los Suidos. Esta Familia contiene hasta 16 especies y subespecies dentro de los cuales están una especie y una subespecie que nos interesa. Ellos son el Sus scrofa y el Sus escrofa domesticus; el Jabalí y el Cerdo. Este último también llamado Chancho, Puerco o Cochino. ¿Por qué ocuparnos de estos Suidos…..?
La evidencia arqueológica sugiere que, en la media luna fértil entre los ríos Éufrates y Tigris, hace 13.000 años los Cerdos fueron domesticados a partir de Jabalíes. A partir de ese tiempo y lugar, ambas subespecies, que ahora conocemos por los nombres y apellidos dados por Linneo, Sus scrofa y Sus scrofa domesticus, tomaron una acción milenaria de dispersión planetaria, con diferente resultado. El Jabalí, por propias migraciones y por razones cinegéticas y para zoológicos estatales y/o privados. El Cerdo doméstico, como animal de granja. En diferentes ocasiones, Cerdos domésticos regresaron a la vida salvaje, por causas de eventos naturales, fugas masivas y, algunos de ellos, regresaron a las granjas y, de los cuales algunos, regresaron a la vida salvaje.
Hace 13.000 años, la separación de ambas especies, no solo determino un hecho biológico y taxonómico sino también, Etológico. El Jabalí eligió la vida libre, con predadores ocasionales, alimentación omnívora, que debía ser obtenida y defendida y, una vida media de entre 4 y 8 años. El Cerdo doméstico, opto por la vida en cautiverio, con predador garantizado, alimentación garantizada y una vida media de entre 15 y 20 años, condicionado esto a las necesidades del granjero.
Las diferencias entre ambos son que, en la vida libre, la cotidianeidad está colmada de dificultades, la búsqueda y defensa de la comida, el refugio y el encuentro con depredadores es una posibilidad. En el Cerdo de granja, el encuentro con el depredador que le quitara la vida, está garantizada.
Es obvio que, la selección natural del más apto para estar representado en la próxima generación, el caso del Jabalí dado en la vida libre, va depender de sus propias fortalezas y debilidades, entre ellas, eludir al predador.
En el caso del Cerdo, a cambio de alimentación y refugio, resigna su libertad de individuo y colectiva de la especie y, su encuentro con el depredador, es inevitable.
Posibilidad y hasta probabilidad versus lo inevitable.
En él Sus scrofa, la vida media de 4 a 8 años, es posible alcanzarla por propio merito o perderla por deméritos. La expectativa de vida, en cierta medida, de él depende.
En él Sus scrofa domesticus, es el granjero el que determina el tiempo de vida .El más probable hasta el sacrificio es como máximo 25-30 semanas.175-210 días.
El paso a S. domesticus, ha significado para el Cerdo, resignar su libertad a cambio de una vida subsidiada por el granjero, en las manos de quien, ha puesto su destino.
El ciudadano es al Estado lo que el Cerdo al Granjero.
Pedro enrique Borgoglio Boetti
Es tan clara la comparación, que me hace mal ver que soy un etc-domesticus . . . Además, mi opinión es irrefutable porque parte del profundo conocimiento que me dio el gobierno con sus sabias enseñanzas sobre la pandemia y los sistema de vacunación y las certezas de las vacunas y cuando te toca que te la pongan . . . Mis respetos. Saluditos, pky