Vidas paralelas: Marcus Licinius Crassus-Luis Chocobar.
Carrhas o Carras, hoy Harran, Turquía, es el lugar donde se libró la primera batalla donde un ejército oriental, el Ejército Parto al mando del General Surena, venció a uno occidental Romano, al mando de Marco Licinio Craso en el año 53 AC.
Roma no tenía en ese momento casus belli con Partia, por lo que Craso, procónsul romano en Siria, sin autorización del senado y con motivación personal de gloria militar y riquezas, invadió Partia.
Artavases II, rey de Armenia, ofreció a Craso llegar a Partia a través de Armenia, territorio que por sus características, era una ventaja táctica importante para neutralizar las maniobras de caballería Parta. Craso desoyó esto y se aventuró por la llanura. Los Partos, como tantos otros ejércitos orientales, habían desarrollado un estilo de lucha de caballería basado en disparar sus flechas a distancia, luego huir disparando a sus perseguidores una lluvia de flechas girando el torso sobre la cabalgadura, impidiendo ser alcanzados por el enemigo mientras les causaban tantas bajas hasta obtener la batalla. Esta táctica es conocida como el tiro Parto y fue la causa del resultado de la batalla de Carrhae, más allá de los errores estratégicos de Craso.
Como curiosidad, menciono que de los errores del general romano en esta expedición, se acuño el famoso dicho: Craso error.
Qué importancia táctica tiene el tiro Parto en una batalla: Transforma una acción defensiva como la retirada, en una acción ofensiva, en muchos casos, como este, decisiva para el resultado. Además, desde siempre, el perseguidor se siente moralmente limitado a atacar al perseguido en la creencia que, ver la espalda del que huye, lo hace indefenso. Crassus y una gran cantidad de policías muertos dan silenciosa cuenta de este error.
En esta batalla, 10.000 jinetes Partos vencieron a una fuerza de 7 legiones romanas, 45 mil legionarios.
Disparo Parto.
Es una táctica militar desarrollada por las tribus nómades del norte de Irán y del sur de Armenia. Los Escitas, Armenios, Persas y Partos están entre los primeros en emplear esta táctica que consiste en una retirada fingida de los arqueros montados, disparando tras sus hombros. En un momento, mientras el caballo va a todo galope, el jinete gira y dispara su flecha sin dejar de correr.
El resultado es que, los perseguidores deben compactarse para evitar las flechas y quedan expuestos a ser flanqueados por la caballería pesada.
Por lo mencionado, queda meridianamente claro que una persona que huye a la carrera, de ninguna manera significa que estar de espalda a su perseguidor, está indefenso sino que puede ser una acción ofensiva.
Algo más de dos mil años, por lo menos desde Carrhae, el concepto que un hombre de espaldas de ninguna manera se debe presumir como indefenso, en especial si está huyendo post infraganti delito, considerando además las ventajas que aportan al Tiro Parto, las modernas armas de fuego, especialmente de puño.
El 18 de diciembre de 2017, Luis Chocobar, policía franco de servicio, detecta que dos personas están asaltando y acuchillando a una tercera. Los asaltantes huyen separados y Chocobar persigue a uno de ellos, disparando su arma intentando detenerlo en su huida. Está por exceso demostrado que el tiro parto de un delincuente en huida, es la actitud más común, ya que mientras trata de poner distancia de su perseguidor, lo demora con sus disparos.
No es razonable pensar que el policía perseguidor debe asumir que si no le disparan o el perseguido está de espaldas, circunstancialmente, está indefenso y que su propia vida no peligra. En una situación de esas características la adrenalina diseña un escenario atípico, no evaluable con parámetros de normalidad tras un escritorio con café y aire acondicionado y el policía DEBE ser binario: Reducir al delincuente o no hacerlo. El policía DEBE asumir la peor situación de peligro para él y actuar en consecuencia. A partir del “Alto, Policía” no acatado, todo lo que acontezca es producido como consecuencia de la resistencia a la autoridad por parte del delincuente. Lo contrario, pedirle al policía que ante un hecho delictivo violento actúe como psicólogo, boy scout o sociólogo, es un absurdo y es la causa primera de la muerte del agente Juan Pablo Roldan y de tantos policías anónimos que ante situaciones de peligro, dudaron si debían disparar o no. Una parte importante de la ineficiencia policial es que, al hecho traumático de estar en un tiroteo contra delincuentes, con todo lo que ese hecho implica, debe pensar además, el grado de inclinación de la figura del bandido, para no terminar preso finalizado el enfrentamiento.
De continuar esta situación, si Luis Chocobar es condenado, es esperable alguna reflexión de la ciudadanía en general y la policía en particular sobre donde se encuentra el verdadero problema de la seguridad pública: Los delincuentes o los jueces, fiscales y los políticos. La petición de Chocobar de ser juzgado por jurados, está indicando que ya fue individualizado el enemigo: Es el ciudadano vs. políticos, jueces y fiscales.
La policía y aún los delincuentes, son el menor de los problemas a resolver en cuanto a la seguridad ciudadana.
Pedro Enrique Borgoglio Boetti
Bueno, bueno !, mirá de dónde venía "craso error" ?.--- Siempre es bueno saber los orígenes de las cosas y Pedro las describe con mucha solidez.--- Además, si eso sirve para demostrar la inutilidad de las normas de trabajo que se aplican en las distintas unidades encargadas de mantener nuestra seguridad, estamos recontrafritos !!!! .-- Si cada policía o gendarme o cualquiera autorizado a portar armas para mantener el orden en la sociedad tiene que razonar puntualmente sobre cada situación que enfrenta, va ser imposible que nos sean útiles.--- Claro, por eso tienen miedo de actuar y así fallecen, asesinados por enfermos, locos, inútiles ladrones, etc.-- No soy partidario de la violencia pero quien huye no está indefenso. Muy claro.--…